lunes, 13 de octubre de 2008

Dejar de:

Dejar de y conseguirlo, es difícil. De nivel 15 de dificultad.
Dicen que si uno se lo propone, puede. Será que a lo mejor no me lo propongo de verdad.
O no lo sé proponer de una manera directa y clara. La cuestión es que me cuesta dejar de.
El dejar de: fumar, el beber tanto, la vida semi-sedentaria que llevo, pensar en, prometer-TE y prometer-ME.
Todo cuesta. Todo me cuesta-arriba.
Y llevo un tiempo en que cada paso que doy es, sin quererlo una gran decisión. Y de estas decisiones me doy cuenta cuando ya han pasado unos minutos, días o meses.
Años no, de momento.
Así que, dejar de reflexionar, con este panorama decisional, no es fácil.
Los dibujos que permanecen en mi ático cerebral empiezan a desteñirse.
Ves? también me cuesta dejar de pensar en como hacer que esos dibujos no se esborren.
Dejar de imaginar es imposible.
De hecho dejar de hacer cosas que son innnnatas (dudo de las n que lleva, asín que prefiero pasarme a quedarme corta!) en nosotros, es imposible.
Yo creo que toda yo soy innnnata, y debería empezar a tomarme en serio que todo lo que hago/soy és simple.
Porque soy lo que soy.
Y dejar de ser, de momento, es nivel 50 de dificultad máxima y debe acompañarte un guía, que son difíciles de encontrar.

2 comentarios:

lia dijo...

potser haurem d'anar a fer terapia, a vegades si t'ajuden és més fàcil dejar de...tinc un contacte molt bo...!!

Anónimo dijo...

no deixis de...
m'ha encantat el text... avui de nivellàs!!
per cert, merci pel sms... què tal la [2]? quines ganes de tornar a ser-ne usuari habitual! Jo aquella hora ja dormia... no vaig tenir el millor divendres des de que estic a Cardiff...

Tot bé?
Explica'm cosetes!!

Un peto

/xesc1