la maldición

Hoy he sido testigo de una conversación entre dos xavalitas que esperaban el metro.
La rubia le contaba a la morena que no podía más.
Yo al escuchar esto pensé: uf, pobre chica, qué le debe estar pasando!
Olvidé la media de edad que hacían entre las dos.
El no poder más, la rubia lo atribuía al cansancio que le producía tener que decirle a su chico que le hiciera más caso.
Cosas como: es que no puedo más tía. se lo he dicho mil veces y suda de mi cara. estoy harta de que pase de mi.
Acto seguido mi mente decía en voz baja, que cabrón el tío, mira que pasar de la pobre chica rubia...
Ups, se me olvidó otra vez la etapa en la que estaban.
El chico, el pobre malvado, lo único que hacía era decirle que sus padres tenían razón.
Es que vete tu a saber que le hacía la rubia a sus padres...
Un shock tenía la rubia. Un verdadero terremoto devastador en sus neuronas.
Luego, mientras la amiga morena(za) le decía que era normal, que el chico no se tenía que meter en los follones papales. (muy oportuna la amiga. A esta se le escapa la norma básica de la amistad entre las chicas. " apoyame SIEMPRE. aunque no tenga razón".) la rubia ha gritado bien fuerte que estaba harta, que que ganas tenía de hacer 18 años, irse de casa y ir a su rollo.
La morena(za) callaba. (Bien, aprendió lo de la prudencia).
Y la otra venga a rajar de sus padres. Y venga a decir que quería ser adulta.

18, 18, 18, 18. Años, años más, más aún.

Yo al subir al metro y dejar de tenerlas al lado he empezado pensando que estamos mal. Que si lo que nos importan son cosas tan banales, tenemos un problema social gordo. Vale que eran adolescentes, pero tirando a post ( mira, y un poquito posh!). Y igualmente, que más da. A veces he oído conversaciones peores de gente mayor.
Pero sin querer he acabado pensando: ai nena, deixa't estar i disfruta ara que tens zero obligacions. És una sort sentir-te només preocupada per si no et fa cas aquell que tant t'agrada. Si et precupes de coses tant petites és perquè tens la sort de no preocupar-te per res més.
Que la vida no és una cosa fàcil. I tu t'has de sentir afortunada.

Y quien volviera a los 16...