sábado, 26 de septiembre de 2009

A todos nos gusta decir que ojalá las cosas fueran bien.
No hay nadie que diga NO a un cambio positivo en su vida.
Adoramos tomar decisiones.
Queremos ser felices, repletos, autónomos, libres.

Pero y cuando llega este momento?? Y si las cosas importantes llegan la misma semana??
Y si sabes que si, que tienes que hacerlo, coger el toro por los cuernos que dicen, aprovechar las oportunidades, agarrarse con fuerza a lo que te llega, hacer realmente lo que se te antoja...

En fin, cuando llega ese momento, nos cagamos. Nos vienen todas las preguntas a la cabeza. Nos salen dudas de debajo las ideas, nubes entre los miles de pensamientos bipolares. Miedos de no hacer lo correcto. Pánico al pensar que si te agarras a esto, puede ser que se suelte todo eso que ya tenías atado.

Y si que es cierto que debemos aprender a lanzarnos a la piscina, aunque sea tapándonos la nariz, a andar descalzos por las rocas, con la cabeza bien alta y pensando que Yo lo valgo, como la de l'0real.

Pero bueno...ahí sigues, con tus "¿¿Y si..??". Deberían prohibir los Y síes. No sirven de nada. Hacen que des vueltas y vueltas y vueltas y preguntas y más preguntas y alguna respuesta que no te acaba de convencer. Y ahí estamos, que aún no hemos aceptado o solucionado el primer "Y si..." que ya vamos a por otro.

Algún día, supongo, me haré grande y lo veré todo más claro. Ahora de momento, voy por el quinceavo "Y si...".

1 comentario:

ininbita dijo...

Esto... debemos aprender a dejar que el sentimiento se exprese y aprender a escucharlo, no hacer tanto caso a las ideas y sí al sentimiento, que es el portavoz del espíritu.
La razón tiene a las ideas de nuestra cabeza como portavoz, y las ideas no són naturales ni vienen de nosotros mismos; y normalmente no son limpias. Nos confunden y entorpecen el paso.
En tanto que el diálogo con el sentimiento se activa y se desentrelaza del diálogo con la razón, nuestro espíritu encuentra su fuente. Unos creen en Diós, otros en otro Diós, unos en la Madre Tierra, otros en la Energía... da igual, lo que el espíritu encuentra naturalmente por sí mismo és fuente de vida, salud, suerte y amor.
Listo este enlace, ya sin arrogancia ni vanidad dentro de nosotros, a menudo debemos acudir a tal fuente y pedir, pedir con humildad que nos dé fuerza, paz y alegría. Ya en el camino de vuelta no olvidarse nunca de ser valientes.
El resto es vivir plenamente el "aquí y ahora". Y, aunque en este momento "aquí y ahora" no sea más que una idea venida de fuera, te deseo suerte y que un día tu sentimiento te comunique un "aquí y ahora" propio, tuyo.

Saludos y ánimos, encantado de encontrar tu blog aquí y ahora!